Gustavo Cerati

Creo en el amor porque nunca estoy satisfecho. Todo comenzó en un cuarto que olvidé. En la alquimia de tus labios oro rubí. En tu órbita extasiándome.

He encerrado el cielo para ti. Arriba, el sol; abajo, el reflejo de cómo estalla mi alma. Desperdigados por fantasías. Tantas ganas de explorarnos. El humo está en foco. El incendio empieza. Lee y ríe. Por favor no sonrías o caeré. Una tranquila desesperación. Quiero tenerte así por horas y horas. Hacerte sentir algo que nunca sentiste. Aquí y ahora. Fundir mi sueño con el tuyo y que por fin seamos uno (en mis sueños nunca pierdo la oportunidad). “Mereces lo que sueñas”. Fluir sin un fin más que fluir. Te suplico estrellarme en vos. Dar el máximo de piel, sin librarte de mí. Colmar tu corazón, ver si hay algo desierto. Vuelo y voy a verte. Vamos de fuego en fuego hipnotizándonos.

En una gota cabe el universo cuando arqueás el cuerpo. Es algo natural (cada vez más fuerte). Distante placer de una mirada frente a otra. Sin mi camuflaje me entregué a vos (por favor perdona mi actitud). Te conozco de otra vida. Hablé de vos. Pero en mi corazón todavía queda tanto por decir. Ojalá tuviera la energía que hay en vos. Sé que dices la verdad.

Me pasé la vida imaginándote (tanto lo deseás que al fin sucede). El viento sopla a mi favor. Te creé como un gran inventor. Y quiero embellecerte más aún. Un reemplazo de mí no podrá hermosearte más. No es soberbia, es amor. No hay precio por robar tu corazón. Mi amor es real. Vive en mi carne. Un arcoíris artificial. Seduce de mil formas. Brilla en la oscuridad.

Cuando pensás el mar, así te pienso igual. Cuando te busco no hay sitio en donde no estés. Te amo como nunca antes amé. Quiero ser lo que te hace más feliz. Súbete a los excesos de este amor. Lo que resista te lo doy. Si esperamos juntos, mareas altas bajarán. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Todo es nada si no descanso en tu mirada.

Creo que te hice tan mía que por un instante te olvidé. Y si te abrazo es para sentir que a nuestro amor nunca podrán sacarlo de raíz. El fin de la pasión es que lo oculto se vea. El fin de amar: sentirse más vivo. Hoy nuestra aldea es todo este mundo. Y quiero que dure para siempre.

Romina Albanesi