Microcuento redondo

Ángel de la soledad. La Tierra gira, hoy, menos veloz. El espacio y el brillo. Saturno. Andás dando guerra. Y escuchás caer tus lágrimas. Risas que duelen. Penas del corazón. Así es este amor. No lo soñé. Lindo infinito. Milagro sensual. Sos como un fuego. Fuego, fuego, fuego. El cuerpo del delito. De todo placer. El rostro se comienza a afiebrar. Caen los disfraces. En besos de lo más desnudos. Tenés la mejor mano. Un amor salvaje. Un lunar nocturno. El infierno está encantador. Rock fuerte. Tu cuerpo se impacienta. Al caníbal que hay en mí. Tu belleza empieza a abrirse paso. Se rompe loca mi anatomía. Me obsesiona tu prisión. El maldito amor que tanto miedo da. Creo, menos mal. Tu confesión ya sube. Está tendiendo una trampa para nuestro amor. Tu mirada tiende a mejorar. ¿Cómo puede ser que te alboroten mis placeres? Es casi hipnótico. Amores como flechas van. Corazones adiestrados. Yo no lo cambio por nada. El más lindo del amor. Sos la joya del lugar. Las estrellas ahí nomás. Vamos a brillar, mi amor. Caída libre para dos. Nene, no quiero perderte. Nunca antes supe de alguien como vos. Voy a exagerar. Me voy a ir junto a vos. Nadie más que vos. Destino armado.

Romina Albanesi